La Religión tenía la función de ser una herramienta para educar a la
población sobre las costumbres y actitudes que debían de adoptar.
Una -triste-
realidad común a estas tres literaturas que acabamos de mencionar es el escaso
número de testimonios que conservamos. Si bien aztecas, mayas e incas fueron
pueblos profundamente desarrollados y avanzados en su relación con las artes y
las ciencias, no tuvieron por costumbre fijar por escrito su producción
literaria. Ésta se basaba fundamentalmente en la tradición oral, y por este
medio se transmitía y conservaba. Sólo algunas obras muy particulares se
grababan en algún soporte escrito.
Es bien
sabida la discriminación humana y material que sufrieron estos pueblos
con la llegada de los españoles. La conquista destruyó sus culturas y muy pocos
retos se conservaron. Lamentablemente, la literatura fue uno de los ámbitos más
perjudicados, y sólo gracias a la labor de algunos cronistas, que tradujeron
ciertas obras y las fijaron al alfabeto latino, se pudieron conservar algunos
ejemplos de su literatura, si bien, probablemente, no de la forma en que fueron
creados.
Por medio de
esos ejemplos, sabemos que se trataba en su mayor parte de una literatura
poética, que versificaba casi todos los géneros. Sabemos que su temática iba
casi siempre relacionada con los dioses, bien en forma de himnos o alabanzas,
bien en forma de descripción e instrucciones para rituales y conmemoraciones
religiosas. Por otra parte, sabemos también que existía una literatura que hoy,
amén de las lógicas reservas, podemos asimilar al ensayo: había obras, en
efecto, que trataban de ciencias, astronomía y filosofía.
Incas
El Inca era
considerado descendiente directo del sol (e hijo supremo): ejercía la máxima
autoridad religiosa.
Dividían sus
creencias en dos estratos religiosos:
Culto a las
fuerzas naturales y Culto aristocrático (que incluía la enseñanza y práctica de
doctrinas secretas desde el sacerdocio).
Dios supremo:
Viracocha o Pachacamac.
Deidades
naturales: Inti (el sol), Quilla (la luna), Tierra Madre y Vira (el agua).
Creían en la
reencarnación y en los Huacas (seres capaces de transformarse total o
parcialmente en otros).
Practicaban
la adivinación y rendían culto a los muertos.
Mayas
Religión
naturista o dualista.
A la religión
maya se debe la escritura de dos libros considerados obras cumbres de la
literatura precolombina:
El Popol –
Vuh, escrito en el Siglo XVI, y el Chilám Balám, colección de veinte
manuscritos que narran el origen oriental del maya y su llegada a la península
por mar.
Se servían de
prácticas esotéricas sacerdotales para dominar al pueblo.
Aztecas
Su dios
supremo era Quetzalcoatl. Eran básicamente politeístas: adoraban al sol, la
luna y un dios civilizador.
Realizaban
sacrificios humanos como ofrenda a sus dioses y practicaban cultos destinados a
producir las lluvias. Su calendario influía en la vida cotidiana y creencia religiosa.
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